Descripción
La comisión anti-bullying
Una cosa de la que nunca nos enteramos, dado que jamás hasta el momento habíamos entrado en la liga de fútbol femenino era que la directora de la Fashion Chic School y Erica Julianni, nuestra directora, eran hermanas. Y luego de que las venciéramos por primera vez en la historia en el último campeonato, las cosas entre ellas se habían puesto algo intensas.
—Bueno hermanita, veo que al fin tu escuela patética ha ganado un torneo, pero no te preocupes que eso no volverá a suceder… —aseguró Marian Julianni.
—Eso volverá a suceder siempre que te enfrentes a mi equipo, tengo una jugadora famosa con millones de seguidores en las redes sociales y a otra jugadora estrella con un talento inigualable, la han querido comprar de un equipo brasilero.
—Lo lamento por tu jugadora estrella, pero ya averigüé todo acerca de Sophia Laurent, sin ella tu equipo no es nada y sé que es una racista, discriminadora, engreída y autoritaria, que se saltea las reglas educativas y que todos allí se lo permiten, incluso tengo información bastante confiable de que estuvo presa hace muy poco tiempo. Pero ya no más, porque la Comisión Anti-Bullying está en camino de tu escuela y la suspenderán.
—Eso no significa nada, las suspensiones nunca exceden los treinta días…
—No has leído bien los estatutos, los alumnos suspendidos por la Comisión Anti-Bullying no pueden participar de eventos extraescolares y eso incluye el campeonato de las vacaciones de verano.
Erica Julianni colgó el teléfono y se quedó pensando algunos momentos. Se puso de pie para dirigir sus pasos hacia ya saben dónde: sí, por supuesto, mi aula.
Ni bien entró me dirigió una mirada, pero no era la clásica mirada de enojo que siempre me enseñaba, era otra cosa, parecía decepcionada, triste.
—Comenzaremos con una campaña para frenar el bullying y la discriminación… nos lo está exigiendo el consejo escolar —anunció Erica. Mentira, quería adelantarse a la comisión que pronto estaría pisándole los talones.
—Sí, claro que sí, apoyo esa causa, ya estoy cansada de la discriminación… —dije con irritación— a mí por ejemplo me discriminan por ser la mejor… todos estos perdedores. Gente fea discriminando a una linda, pobres contestándole a una rica… el mundo se ha vuelto loco.
—Sophia, tendremos a una comisión de inspecciones anti-bullying en la escuela, y todo lo que tú dices desde que entras hasta que sales es considerado bullying. Eso sin mencionar lo que directamente es racismo y discriminación y si hubiera algo más, seguro también lo dirías y te suspenderían por eso… todo lo que tú haces de manera rutinaria y que es normal para ti, está mal…
—¿Ahora yo soy la racista? Convivo toooodo el año con esta gente de piel oscura tirando a negra sin quejarme y ahora resulta que soy racista… tolero a todas las gordas de piel grasosa en “mi” escuela y ahora soy discriminadora, ¡por farol! «Sí, dije por farol, es mi nueva manera de decir “por favor” … solo que más top». Y ni hablemos de cuántas veces le he ofrecido al niño indigente de Louis que vaya a hacer trabajos forzados a mi casa para que pudiera comer al menos…
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